La idea es esa...

Así como en la infancia diseñan cuentos que te permitan comprender porque debes de obedecer las reglas de la sociedad de una manera sutil, así se deberían de hacer cuentos para adultos donde se les haga entender de manera sutil, “porque deben de obedecer las reglas del juego al establecer una relación de pareja”.

Por ejemplo en el caso de Caperucita y el lobo feroz(a grandes rasgos), caperucita desobedece las indicaciones y por eso la abuela sufre las consecuencias hasta que llega el valiente leñador y la salva de las garras del lobo.


Trasladado a la realidad de un adulto:
Caperucita: es la esposa o esposo (Según será el caso)
La madres: sigue siendo la madre, jiji.
El lobo: es el amante (dígase aquella persona que puede ser hombre o mujer que toma prestado al esposo o esposa de otra persona)
El leñador: una amiga o amigo (según el caso)
La abuela: en este caso sería el esposo o esposa (igual que arriba)

Comencemos en cuento.
Estaba Caperucita de visita en casa de su madre al otro lado de la ciudad como todos los domingos, su abuela no pudo acompañarla porque estaba enferma, su madre al escuchar esto le mando una canasta de panes que compro en panadería que esta en la esquina de su casa.

Su madre le dijo a Caperucita- hijo lleva esta canasta de panes a tu abuelita pero no te vayas por el metrobús harás mucho tiempo mejor toma un taxi- y Caperucita respondió –si mamá así lo haré-.

Sale Caperucita de casa de su madre camina por la calle feliz con la canasta de pan, cuando de pronto se encuentra con el Lobo feroz y este le dice:



Lobo: Caperucita hace mucho que no te veía.

Caperucita: desde que me case solo vengo los domingos a ver a mi madre con mi abuela, pero como esta enferma hoy no vino.

Lobo: te vez muy bien te acento el matrimonio y por donde vives ahora.

Caperucita: del otro lado de la ciudad, en una casita allá por los condominios Demet.

Lobo: que casualidad voy a ver a una amiga que vive por ese rumbo, si quieres no podemos ir juntos.

Caperucita: Esta bien sirve que vamos platicando.

Lobo: pero vámonos por el metrobús porque yo tengo tarjeta de acceso.

Caperucita: Si esta bien.

En ese momento Caperucita roja olvido las indicaciones de su madre y abordo con el Lobo el metrobús. Ya abordo el Lobo se dedico a llenar de halagos a Caperucita y ella se sentía soñada como hacia mucho no se sentía.

La visita de Caperucita a su madre se volvió cada día mas frecuente, pero eso era lo que le decía a su abuela, porque en realidad iba a ver al Lobo un día el Lobo invito a Caperucita su casa y ella acepto.

Caperucita llego a casa de Lobo la cual tenía en el techo un letrero que decía HOTEL, ella no entendió el significado de las palabras y entro, pero ese día la abuelita había ido al medio y vio cuando caperucita entraba a casa del Lobo.

En el interior el lobo le decía a Caperucita.

Lobo: eres la caperucita de mi vida, eres muy bonita y estoy enfermo dame esos panecitos.

Caperucita dudo por un momento, pero al final salio del lugar a toda prisa con a casa de la abuela.
De camino a su casa de su abuela Caperucita encontró al Leñador y le contó lo sucedió, el Leñador saco su hacha de buenos consejo e hizo entender a Caperucita porque no debía de hacerle caso al Lobo, quien al ver al Leñador se dio la vuelta y salió corriendo.

Al final Caperucita jamás volvió a escuchar al Lobo y todos los días iba a casa de su mama en compañía de su abuela.

Jajajaja, espero les guste la idea.

Moraleja: Hay muchos Lob@s en este bosque de asfalto y muchas abuelas decidas al trabajo que pasan poco tiempo con la familia y más con su compañeros de trabajo.….
FIN.

Comentarios

Taito ha dicho que…
Jejejeje... muy buena metáfora. ¿Se me hizo o tenía dedicatoria, amiga?
Verás, creo que tú y yo andamos por los mismos terrenos estos días. Cierto es, hay "abuelas" que dedican mucho tiempo a los compañeros de trabajo, pero ni eso es pretexto para que las "caperucitas" del mundo, o de México al menos, vayan a la casa de los lobos, y mucho menos si esa casa dice "hotel".
No podemos culpar a los demás de nuestros errores, amiga. Si a las caperucitas o a las abuelas les molesta que el otro (otra) pasen más tiempo con los compañeros de trabajo, pues que se hable.
¡Ay, la bendita comunicación que a veces olvidamos!
Un beso, preciosa
Carmeliuox Pera ha dicho que…
Hola Tay.
Comencé el texto como un reclamo, pero al final me divertí mucho.

Si creo que la comunicación se olvida y no podemos culpar a los demás de nuestros errores, pero sabes a veces es difícil hablar claro si afectar susceptibilidades.

Saludos amiguita.

Entradas populares