Pasatiempo
Cuando éramos niños
los viejos tenían como treinta
un charco era un océano
la muerte lisa y llana
no existía.
Luego cuando muchachos
los viejos eran gente de cuarenta
un estanque un océano
la muerte solamente
una palabra.
Ya cuando nos casamos
los ancianos estaban en cincuenta
un lago era un océano
la muerte era la muerte
de los otros.
Ahora veteranos
ya le dimos alcance a la verdad
el océano es por fin el océano
pero la muerte empieza a ser
la nuestra.
2 comentarios:
Uy, qué fuerte y qué cierto este poema. Certero como casi todo lo de Benedetti. Por eso no se debe nunca minimizar las etapas de la vida, en la certeza de que todos llegaremos un día a cumplirlas ¿no?
Abrazos, Carmelita linda.
Muchas gracias Tay.
El tiempo no perdona, creo que las primeras etapas de la vida se disfrutan, pero conforme avanzan los años, somos mas conscientes de los estragos del tiempo en nuestros cuerpos.
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