Idealizado…
Idealizado…
Decía una de mis maestras de la facultad; “la practica hace al maestro” y en mi caso no se hasta donde aplica, pero escribir me sirve de terapia, espero algún día hacerlo de la mejor manera, por lo pronto me relajo.
En el sueño, él apareció y pregunto mirándome a los ojos -¿Soy lo que esperabas?-, a lo que segura respondí; Sí y fue en entonces cuando tomo mi mano y desapareció. Y tras su ausencia y en un momento de soledad, decidí caminar lentamente entre los árboles bajo el sonido de las aves, las hojas caían poco a poco y decoraban el camino de un tono melancólico.
Mi cabeza era como una tormenta de dolor, amor y placer, al final era yo, solo yo y mi soledad que a cada paso parecía ocupar todo el espació. La angustia, el dolor y mis miedos fueron más fuertes que no pude evitarlo cerrar los ojos y comprendí todo, justo ahí entre lo real y lo pleno estaba él esperándome como siempre, como nunca para siempre.
Decía una de mis maestras de la facultad; “la practica hace al maestro” y en mi caso no se hasta donde aplica, pero escribir me sirve de terapia, espero algún día hacerlo de la mejor manera, por lo pronto me relajo.
En el sueño, él apareció y pregunto mirándome a los ojos -¿Soy lo que esperabas?-, a lo que segura respondí; Sí y fue en entonces cuando tomo mi mano y desapareció. Y tras su ausencia y en un momento de soledad, decidí caminar lentamente entre los árboles bajo el sonido de las aves, las hojas caían poco a poco y decoraban el camino de un tono melancólico.
Mi cabeza era como una tormenta de dolor, amor y placer, al final era yo, solo yo y mi soledad que a cada paso parecía ocupar todo el espació. La angustia, el dolor y mis miedos fueron más fuertes que no pude evitarlo cerrar los ojos y comprendí todo, justo ahí entre lo real y lo pleno estaba él esperándome como siempre, como nunca para siempre.
Comentarios